Convocatoria: Volumen 5 • Número 13 • enero – abril 2024
| Dossier | Publicación Continua |
Psicología de los pueblos de Nuestramérica: Corazonar y Sentipensar los caminos de la liberación
Editores/as invitados/as sección dossier
Hugo Adrián Morales (Universidad Nacional de San Luis-Centro de Pensamiento Crítico Pedro Paz, Argentina)
Martha Patricia Ortega Medellín (Universidad de Guadalajara, México)
Ramón Sanz Ferramola (Universidad Nacional de San Luis-Centro de Pensamiento Crítico Pedro Paz, Argentina)
Delia Bianchi (Universidad de la República, Uruguay)
Fecha límite de envío: 15 de febrero de 2024
Normas editoriales: instrucciones y plantillas
Método de envío: Consultar checklist
Idiomas aceptados: español, inglés o portugués
Otros envíos: temática abierta para sección General y Reseñas. Revisar: Convocatoria Permanente
La siguiente propuesta, es una invitación a la emergencia de otras lecturas, voces, narrativas en el campo de la psicología, que expresen la diversidad de resistencias, luchas y memorias que se enmarcan en el pensar y sentir Nuestroamericano. Tal como sostenía Ignacio Martín-Baró, la psicología ha realizado un escaso aporte a la liberación de los pueblos de Nuestramerica, enunciado que nos resuena con fuerza en las nuevas coyunturas actuales y ante las nuevas avanzadas del capital.
También sabemos que el contexto presenta nuevos análisis, nuevos desafíos, la denominada Crisis civilizatoria planteada por Edgardo Lander y la ausencia de alternativas que no impliquen una rearticulación del poder, nos exigen una profunda reflexión y compromiso respecto a recuperar experiencias y prácticas de otras formas de sentir y pensar la vida en comunidad, otras formas de organización social, otras formas de encontrar diálogos intersubjetivos. Un punto de partida, podría ser la recuperación de la memoria histórica, que albergan una diversidad de vivencias y resistencias respecto a otras formas de habitar nuestro pluriverso, que no impliquen la cosificación y la externalización de la vida, planteadas por las lógicas cartesianas de la ciencia moderna.
Como sostiene Silvia Rivera Cusicanqui, los esfuerzos por disciplinar nuestras diferencias y por obliterar nuestras supuestas “anomalías” tropezaron y siguen tropezando, con nuestra heterogeneidad proliferante, que se renueva y radicaliza a cada paso, pareciéramos vivir en sociedades discontinuas, inconclusas y en permanente estado de ebullición. Ante la nueva embestida moderna, prescriptiva, desarrollista que siempre nos hace mirar hacia el futuro, florecen otras cosmovisiones regionales, que luchan por la memoria y la diversidad de la diferencia. Esas otras formas de pensar la existencia, de habitar el mundo, ancestral indígena, popular, siguen caminando con el pasado ante sus ojos y el futuro en sus espaldas.
La psicología en Nuestramérica debe situarse epistémicamente desde un pluriverso regional, no existe un nudo gordiano que pueda cortarse para desenmarañar todas las formas de explotación en la que se encuentra la región, como tampoco existe un único/a sujeto capaz de hacerlo, como sostiene Zibechi, las explicaciones unívocas son mitos elitistas, enunciados para legitimar posiciones de privilegio y que termina en políticas autoritarias, existen tantos sujetos como opresiones existen.
De esta manera, nos posibilitan seguir estando atentos/as a las rearticulaciones del saber/poder de la geopolítica del conocimiento, nos habilita a seguir sembrando prácticas y teorías para “otras” psicologías. En síntesis, como sostiene Mariátegui, uno de los mayores pensadores de la subjetividad latinoamericana, no vale la idea perfecta, absoluta, abstracta, indiferente a los hechos, a la realidad cambiante y móvil; vale la idea germinal, concreta, dialéctica, operante, rica en potencia y capaz de movimiento.
Para el siguiente dossier convocamos psicólogos/as, activistas, militantes, ambientalistas e investigadores/as de las Ciencias Sociales en general, que desde los diversos territorios de Nuestramérica nos puedan compartir ensayos, investigaciones, reflexiones, relatos de experiencias, trabajos y/o recorridos concernientes a prácticas en diferentes espacios sociales, que puedan dar cuenta de las discusiones que circulan por la región en torno a la psicología y los siguientes ejes orientadores.
Para ello sugerimos los siguientes ejes:
-Otras epistemologías / metodologías para una psicología nuestroamericana
Martín-Baró retomando la concepción propuesta por Orlando Fals Borda sostiene que la ciencia no tiene valor absoluto, ni tiene vida propia sino que es un conocimiento válido y útil para determinados fines y funciona con verdades relativas al servicio de quienes la producen y controlan
¿Por quién y cuándo, por qué y dónde es generado el conocimiento? Realizar estas preguntas implica cambiar la perspectiva desde la cual se mira el conocimiento en general y la psicología en particular. Al hacerlo invertimos la máxima cartesiana en lugar de aceptar que pensar viene antes de ser, se parte de aceptar algo que es obvio a una mirada fáctica sobre la constitución geopolítica: hay cuerpos racialmente marcados, que existen en espacios geo-históricamente marcados, que tienen la urgencia de enunciar su injusta condición de sojuzgados con pretensiones de transformación de esas circunstancias largamente adversas.
Esta concepción geopolítica del conocimiento nos lleva a replantearnos la cuestión de la objetividad: aparece como necesario mudarse a una objetividad asentada en una “racionalidad social”, en las antípodas de la “racionalidad causal”, que ha sido posible porque, como bien lo enuncia Martín-Baró: “ha reificado el objeto de estudio”.
Esta racionalidad causal en el caso de las ciencias sociales en general, y de la psicología en particular, ha impuesto constructivamente a la sociedad y al individuo una mirada desde la realidad definida por las clases dominantes. Esta miopía epistemológica y metodológica ha llevado a que, en general, la psicología nuestroamericana, se ha limitado a servir a las minorías pudientes, burguesía o sectores medios, y la mayoría de las veces ni sabe ni se puede afrontar los problemas de las mayorías populares.
En tal sentido, se invita a proponer otros caminos investigativos, otros proyectos epistemológicos y/o metodológicos que sustenten una psicología nuestroamericana asentada en la racionalidad social
- Psicología de la Liberación: nuevos frentes de lucha
La elaboración de una psicología de la liberación supone, en palabras de Ignacio Martín-Baró, un trabajo de recuperación histórica de nuestro pueblos (rescatar la costumbre, formas de organización y trabajo, valores y normas que sirvieron ayer y servirán hoy para la liberación), reconocer y potenciar todas aquellas virtudes de nuestros pueblos, que les han permitido confrontar en circunstancias infrahumanas, la difícil tarea de la supervivencia histórica (inteligencia práctica, testarudez, resistencia, solidaridad, etc.), un trabajo concientizador que se aboque no sólo a una praxis transformadora del mundo material, sino sobre todo del mundo social (articulación organizativa de las necesidades más profundas y de lo intereses más auténticos de la clases populares) y una psicología política (que tome en cuenta el poder social en la configuración del psiquismo humano y que contribuya a construir un nuevo poder histórico y una nueva identidad psicosocial de las mayorías hasta hoy dominadas).
Es en base a ello que consideramos indispensable, al hablar de psicología de la liberación, hablar de pueblos originarios, de sistematización de experiencias populares (no necesariamente estereotípicamente exitosas), de procesos de coordinación colectiva, del patriarcado y lo que nos hace reflexionar, del capitalismo, del colonialismo, pero también de las múltiples resistencias y alternativas a ello, que se generan.
- Vivencias, experiencias y recorridos que expresen las diversas luchas y territorios en disputa, que puedan configurar otras lecturas y perspectivas en el campo de la psicología.
La necesidad de recuperar experiencias, recorridos y vivencias otras en el campo de la psicología, invita a proponer ensayos que evoquen otras historias en nuestramérica y otras formas de construir conocimientos, que resisten al constante arrancar de cero que proponen los modelos de progreso y desarrollo del capitalismo colonial. El ensayo en primera persona elude el academicismo y procura ser un alegato en favor de la vivencia como una productora legítima de conocimiento. Las múltiples voces que se expresan como testimonios de los cuerpos y los territorios para tejer miradas mancomunadas en tiempos en los que luchamos por una genuina ecología de nuestros saberes y sentires. La vivencia y la experiencia respecto a otras formas de habitar el mundo constituyen un elemento indispensable en la construcción de otras psicologías, que intentan trascender el racionalismo instrumental que hegemoniza su perspectiva y su epistemología actual.
Tal vez desde esos otros vértices epistémicos, se pueda ir hilvanando los tejidos que puedan reconstruir la fragmentación del saber psicológico, que, en términos de salud, permitan sanar la herida colonial de la negación y la exclusión del sentipensar y el corazonar nuestroamericano.
Psicología y pueblos indígenas originarios. Psicología y comunalidad.
Las nuevas embestidas del capitalismo neocolonial en la región, ha vuelto a poner de manera descarnada en escena el carácter utilitario y mercantilista de la naturaleza que propone el capitalismo vigente. Ante las nuevas avanzadas del capital, los pueblos campesinos, indígenas originarios, comunales, siguen resistiendo no sólo a la instalación de los megaproyectos y los modelos extractivos de desarrollo, sino a las formas de saqueo, explotación, negación, racializacion, del vivir mejor occidental. En ese contexto, otras formas organizativas de vida en relación renacen como propuestas alternativas a las planteadas por los Estados Nación, otros horizontes de sentidos en ámbitos de la educación, trabajo, economía, salud, justicia, establecidas a partir de la espiritualidad, los territorios, otras lenguas y otras memorias que tensionan los límites que impone el pensamiento único de capitalismo colonial vigente. En esos escenarios de disputa, la psicología se encuentra en la encrucijada de continuar al margen de los grandes problemas de nuestramérica, o resignificar sus marcos epistémicos y ontológicos e involucrarse en los procesos de resistencia y transformación social.
La propuesta invita a pensar otras psicologías que se constituyan desde los territorios, desde los pueblos, en diálogos con las asambleas, con los ritos, los rituales, desde los procesos de reciprocidad y de inter-existencia de la vida en relación. Como sostiene Niltie Calderon Toledo, en tiempos donde urge imaginar otros mundos, otras formas de relacionarnos entre nosotros/as, nuestras comunidades, naturaleza y territorios rompan con los paradigmas tradicionales impuestos a los diferentes saberes existentes en el mundo, por ello es que debemos caminar por las rutas menos pensadas.
Diálogos y posibilidades entre una psicología Nuestroamericana y las ciencias sociales: lecturas Inter y Trans-disciplinares.
La psicología en la búsqueda de legitimarse como ciencia y constituirse en disciplina científica, fue configurando un campo de negación y desacreditación de saberes locales, prácticos, diversos, que no reprodujeran sus criterios normativos de una única forma de habitar el mundo, la que responde a la geopolítica del saber y el poder. La conformación del campo disciplinar en psicología, fue configurando fronteras y delimitaciones de lo que pertenece al campo de lo psicológico y lo que no, traduciendo una realidad dinámica y viva, en un saber parcelado, capturado e inmovil del pluriverso regional.
La invitación intenta atravesar la demarcación que establece la psicología hegemónica y autoreferencial y embarcarnos en intensos diálogos y encuentros con la filosofía, educación, historia, antropología, economía política, teología y otros tantos campos, así poder avanzar en el diseño de campos de saberes amplios, que puedan contener saberes colectivos, integrales, asumiendo los peligros que implica el tránsito del modelo de desarrollo capitalista y universal, hacia un modelo pluriversal, popular y del buen convivir.